Hacinamiento en cárceles chilenas podría alcanzar un 168% para 2030, según estudio de LyD

Un informe de Libertad y Desarrollo advierte sobre la sobrepoblación en los recintos penitenciarios y cuestiona la efectividad de las medidas gubernamentales para abordar la crisis carcelaria.

El hacinamiento en las cárceles chilenas podría llegar al 168% para 2030, según un estudio del centro de estudios Libertad y Desarrollo (LyD), el cual analiza la crisis en el sistema penitenciario nacional. El informe señala que actualmente Chile enfrenta un 140% de hacinamiento, con más de 58 mil internos, mientras que la capacidad instalada de los recintos no supera las 42 mil plazas.

El estudio destaca que, en regiones como Atacama, el hacinamiento alcanza un alarmante 230%, situándola entre las cifras más altas a nivel mundial. Además, el informe establece paralelismos con otros países de América Latina, como Venezuela y Brasil, donde la sobrepoblación carcelaria ha contribuido al fortalecimiento de grupos criminales como el Tren de Aragua y el Primeiro Comando da Capital.

Aunque el Gobierno ha anunciado inversiones para aumentar en 12.188 plazas la capacidad penitenciaria entre 2024 y 2030, las proyecciones indican que la sobrepoblación continuará siendo un problema estructural. Según el estudio, las iniciativas actuales no son suficientes para abordar la raíz del problema, como la ineficiencia en la ejecución de proyectos y la falta de mecanismos para acelerar la construcción de nuevos recintos con estándares modernos de seguridad.

LyD sugiere adoptar experiencias internacionales, como el uso de diseños estandarizados y métodos de construcción modernos implementados en Inglaterra y Australia. Estas técnicas podrían reducir significativamente los tiempos y costos de construcción, asegurando mejores condiciones técnicas y de seguridad en los recintos penitenciarios.

El informe también enfatiza la necesidad de simplificar los trámites administrativos y ambientales para agilizar los proyectos y ofrecer una respuesta más eficiente a la creciente demanda penitenciaria, mitigando el impacto de un sistema carcelario en crisis.