El programa “Viraliza Hidroponía”, apoyado por el Comité de Desarrollo Productivo Atacama y Corfo, benefició a 26 emprendedores locales que se formaron en innovación y técnicas de cultivo eficiente.
Un grupo de 26 emprendedores agrícolas finalizó con éxito el programa de formación “Viraliza Hidroponía”, impulsado por el Comité de Desarrollo Productivo Atacama a través de la línea Viraliza de Corfo, y ejecutado por el Grupo de Estudios del Agua (GEA) de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile.
Durante cinco meses de capacitación, las y los participantes —dedicados a la producción de hortalizas o interesados en iniciarse en el rubro— recibieron treinta horas de formación integral en emprendimiento, innovación y sistemas de producción hidropónica, mediante talleres, workshops y charlas presenciales realizadas una vez al mes.
En la ceremonia de cierre, se entregaron certificados de participación y se destacaron experiencias sobresalientes por resiliencia y perseverancia, promoviendo una cultura de innovación, sostenibilidad y compromiso con la soberanía alimentaria regional.
La directora regional de Corfo Atacama, Rosa Román, valoró el impacto de la iniciativa, señalando que “estamos cerrando exitosamente este ciclo de Viraliza Hidroponía, una iniciativa que buscó empoderar a los pequeños agricultores de la Región de Atacama en técnicas avanzadas de producción hidropónica, con un enfoque en la eficiencia hídrica y la soberanía alimentaria, respondiendo así a nuestros desafíos productivos y de gestión del agua”.
Por su parte, el director del Grupo de Estudios del Agua (GEA), Julio Huberland, destacó la contribución del programa al desarrollo local, indicando que “felicito a los emprendedores agrícolas que tuvieron la valentía de postular y aprender más sobre hidroponía, ya que con ello se fortalecen las capacidades de la agricultura local, permitiéndoles adoptar sistemas más eficientes y sostenibles para la agricultura familiar”.
Los participantes coincidieron en que la hidroponía representa una oportunidad real para diversificar la producción agrícola, reducir el consumo de agua y mejorar la rentabilidad, especialmente en un contexto de escasez hídrica y cambio climático.