La parlamentaria por Atacama valoró la aprobación en el Senado de una indicación que permite a los colegios seleccionar hasta un 10% de sus alumnos por rendimiento académico, cuestionando la postura del ministro Nicolás Cataldo y el funcionamiento del Sistema de Admisión Escolar.
La aprobación en el Senado de una indicación que faculta a los colegios del país a seleccionar hasta un 10% de su matrícula en base a mérito académico ha reabierto el debate sobre el futuro del Sistema de Admisión Escolar (SAE). La medida generó molestia en el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, quien advirtió que implica una “desnaturalización” del modelo y un quiebre en los acuerdos con la oposición.
Desde Atacama, la diputada Sofía Cid (IND-REP) celebró la decisión, señalando que la medida devuelve un espacio al esfuerzo en la educación pública. “Hoy vemos cómo el ministro del PC reacciona con molestia porque se está recuperando algo básico: reconocer el esfuerzo de quienes más se esfuerzan. Esta indicación no excluye a nadie, simplemente permite que colegios que así lo deseen puedan considerar el mérito académico en una parte pequeña de su matrícula. Es sentido común”, afirmó.
La parlamentaria cuestionó la negativa del Ejecutivo a aceptar criterios de mérito, calificándola de “visión ideológica cerrada” y recordando el malestar de las familias con el actual sistema: “Desde hace años vengo denunciando que el SAE, más conocido como la tómbola, ha generado injusticias, frustraciones y un sentimiento de abandono en miles de familias. ¿Cómo explicamos que estudiantes destacados no tengan acceso a los colegios que eligen, mientras otros son asignados por azar? El sistema necesita una reforma real, no una defensa ideológica”.
Cid también aludió a observaciones realizadas por la Contraloría General de la República sobre fallas en el SAE, como postulaciones con RUT de personas fallecidas y la falta de registros confiables para auditar los procesos: “Las familias ya no confían en el sistema, y con razón. Lo del ministro comunista no es solo una rabieta política, es una defensa de lo indefendible. No se puede seguir negando los problemas. Hay que escuchar a la ciudadanía y avanzar hacia un sistema más justo, donde el mérito, la cercanía y el bienestar de los estudiantes sean considerados”.
Finalmente, la diputada reafirmó su compromiso con Atacama y con una reforma profunda del sistema: “Este avance en el Senado es un paso en la dirección correcta. No vamos a aceptar que sigan tratando a las regiones como terreno de prueba de malas ideas. Atacama no se rinde, y su gente merece un sistema educativo que premie el esfuerzo, respete la libertad de elegir y funcione con seriedad”.