Cinco alumnos de la Escuela Angelina Salas Olivares desarrollaron “Reppele”, un repelente ecológico a base de pimienta rosa que conquistó a jurados y público en la Expo Science International 2025, realizada en Dubái.
Durante los meses más calurosos del año, la comuna de Chañaral, en la Región de Atacama, enfrenta una fuerte presencia de moscas y mosquitos, un problema que afecta especialmente a la comunidad escolar de la Escuela Angelina Salas Olivares, ubicada cerca del vertedero municipal. De esa realidad nació Reppele, un repelente sustentable y natural creado por estudiantes de séptimo y octavo básico, elaborado en base a pimienta rosa, y que hoy se ha convertido en un orgullo nacional.
El proyecto fue desarrollado por el grupo de ciencias del establecimiento, una academia escolar que desde hace siete años impulsa la investigación científica entre sus alumnos. En este espacio, los estudiantes trabajan en equipo, diseñan experimentos y aplican el método científico en proyectos orientados a resolver problemas reales de su entorno.
A fines de septiembre, cinco integrantes del grupo viajaron hasta Dubái, Emiratos Árabes Unidos, para participar en la MILSET Expo Science International 2025, donde presentaron su innovador producto frente a más de 800 proyectos provenientes de todo el mundo. Allí obtuvieron el primer lugar en la votación popular al “Innovations Project” y el reconocimiento del jurado en la categoría Biological and Health Sciences, posicionando a su escuela y a la región de Atacama en la élite de la ciencia escolar internacional.
El profesor Pedro Santos, líder de la academia de ciencias y acompañante del grupo durante su viaje, valoró profundamente la experiencia “Los estudiantes pudieron demostrar el resultado de meses de investigación y esfuerzo. Haber llegado a Dubái marca un precedente para nuestra escuela y se convierte en un ejemplo para toda nuestra comunidad educativa”, expresó.
Además, destacó el impacto que este tipo de experiencias genera en los niños y niñas “En estos espacios desarrollan habilidades cognitivas, la curiosidad y el trabajo en equipo. Hoy los niños saben que desde Chañaral también se puede hacer ciencia de nivel mundial”.