Investigadores de Chile y China planean descender hasta los 8.000 metros de profundidad en el Pacífico oriental, con el objetivo de confirmar la existencia de macrofauna basada en quimiosíntesis.
Inspirados en recientes hallazgos en el Pacífico occidental, un grupo de científicos chilenos y chinos se prepara para una misión inédita en la fosa de Atacama, una de las más profundas y extensas del planeta, con más de 8.000 metros de profundidad y 590.000 km² de extensión.
La expedición recorrerá cerca de 1.000 kilómetros y explorará alrededor de 50 puntos en un periodo estimado de dos a tres meses. Será la primera vez que se realice un operativo de esta magnitud en aguas chilenas, luego de que en 2022 solo se lograra descender a dos sectores en una misión de 10 días.
El operativo se llevará a cabo en el sumergible tripulado Fendouzhe, del Instituto de Ciencias e Ingeniería de Aguas Profundas de la Academia China de Ciencias (IDSSE), diseñado para resistir hasta 11 kilómetros de profundidad. El mismo equipo ya exploró en 2024 los mares de Kamchatka, donde descubrió comunidades de moluscos bivalvos y gusanos marinos adaptados a condiciones extremas gracias a la quimiosíntesis.
La expedición busca confirmar si en la fosa de Atacama también existen comunidades complejas sustentadas por este proceso biológico, en el que microorganismos transforman compuestos como el metano o el sulfuro de hidrógeno en energía para sustentar vida en ambientes sin luz.
El director del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO) y del nuevo Instituto de Océanos de la Universidad de Concepción, Osvaldo Ulloa, explicó que estos hallazgos podrían demostrar que la vida basada en la quimiosíntesis “tiene una distribución mucho más amplia en nuestro planeta de lo que se suponía, formando un corredor global de vida quimiosintética a lo largo de las fosas y adaptándose a las colosales presiones hidrostáticas de la zona hadal”.
La misión, programada preliminarmente para diciembre de 2025 o enero de 2026, está a la espera de la autorización de las autoridades chilenas. Los organizadores subrayan que el operativo implica altos niveles de seguridad, considerando los riesgos asociados a la presión extrema, recordando casos trágicos como el de la implosión del sumergible Titan en 2023.
De concretarse, la expedición representará una oportunidad histórica para la ciencia chilena y mundial, no solo para descubrir nuevas formas de vida en aguas profundas, sino también para comprender mejor los procesos geológicos que originan terremotos y tsunamis en el Pacífico.