Olivicultores del Huasco viven temporada récord gracias al apoyo del Fondo ProOlivo

Con más de 6.000 sacos de sal, 4.800 de urea y maquinaria agrícola entregada, el Fondo ProOlivo refuerza su compromiso con más de 300 agricultores, potenciando la producción y conservación de la aceituna en un año de cosecha histórica.

El Valle del Huasco atraviesa una de sus mejores temporadas olivícolas en años, con una carga excepcional en los árboles y una cosecha que ya ilusiona a los pequeños productores. La experiencia de Elisa Jiménez, desde la Hacienda Buena Esperanza, refleja el sentir general: “Este año ha sido pero fabulosa, mucha, pero mucha carga en nuestros árboles. En cambio el año pasado no hubo nada”.

Para acompañar este positivo escenario, el Fondo ProOlivo ha intensificado su apoyo a los más de 300 usuarios del programa, que abarca desde el puente de la Ruta 5 Norte en Vallenar hasta la desembocadura del río Huasco. La entrega de 6.000 sacos de sal, utilizada para conservar las aceitunas, y 4.800 sacos de urea, destinada a fortalecer los olivos tras la cosecha, son parte de las acciones destacadas de esta temporada.

“El objetivo es asegurar que tengamos cantidad y calidad. Eso es lo que queremos y deseamos para nuestros olivicultores”, señaló Herman Von Mayenberger, presidente de la Asociación Gremial Agrícola del Huasco (AGAH), entidad que impulsa el fondo en alianza con la Compañía Minera del Pacífico (CMP).

Además, en el sector de El Pino se entregaron herramientas como motocultivadoras, desbrozadoras y podadoras en altura a usuarios del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de INDAP, gracias al cofinanciamiento del Fondo ProOlivo. La gerente del fondo, Gabriela Trigos, destacó la importancia de esta articulación: “Colaboramos cofinanciando el aporte propio que deben realizar los usuarios, permitiéndoles concretar sus iniciativas y seguir avanzando en el desarrollo de la olivicultura en la Provincia del Huasco”.

La capacitación también fue parte fundamental de este proceso. La empresa EQA realizó una inducción a los agricultores para asegurar el correcto uso de las nuevas maquinarias.

La olivicultura local busca así recuperar el reconocimiento histórico de las aceitunas del Huasco, “100% naturales y antiguamente reconocidas en todo el país”, como afirmó Von Mayenberger, quien confía en que este tipo de apoyo sostenido permitirá devolverle el valor que merece a este fruto y a quienes lo cultivan.