A un año de iniciada la actual administración municipal, la gestión en Vallenar muestra dos caras claramente identificables. Por un lado, un discurso oficial que releva avances, inversiones y un llamado a la participación comunitaria; por otro, una serie de controversias, proyectos fallidos y cuestionamientos administrativos que han marcado el debate público en la comuna y en la provincia del Huasco, especialmente a través de redes sociales y medios de comunicación locales.
En su balance anual, presentado ante dirigentes sociales y representantes de organizaciones comunitarias, el alcalde de Vallenar Víctor Isla, destacó hitos como la renovación de la flota municipal, la incorporación del bus municipal, mejoras en infraestructura deportiva, equipamiento en salud y acciones orientadas a la recuperación de espacios públicos. Desde la mirada del municipio, se trata de un primer año enfocado en “escuchar a la comunidad” y sentar bases para un desarrollo social más integral, reforzando la idea de una gestión cercana y participativa.
Estos anuncios fueron ampliamente difundidos por los canales oficiales y replicados en redes sociales institucionales, donde se valoró el esfuerzo por visibilizar iniciativas y mostrar presencia territorial. Para parte de la comunidad, especialmente organizaciones beneficiadas directamente, estos avances representan señales positivas tras años de estancamiento en áreas como transporte municipal, deporte y apoyo social.
EL LADO B
Sin embargo, paralelamente, el año de gestión también ha estado marcado por una seguidilla de episodios críticos que han tensionado la relación entre el municipio, los organismos fiscalizadores y la ciudadanía. Uno de los más relevantes es el denominado “caso Mascareña”, donde la Contraloría Regional de Atacama confirmó la apertura de un procedimiento disciplinario por la contratación irregular de un asesor jurídico que mantenía un litigio vigente contra el propio municipio, y cuyo cliente era el propio Isla, situación considerada una vulneración al principio de probidad administrativa. A ello se suman querellas por presunta negociación incompatible y nombramiento ilegal, antecedentes que han sido ampliamente comentados en medios locales y redes sociales, alimentando una percepción de desorden administrativo.
Otro punto bajo recurrentemente mencionado en la discusión pública es la caída o retroceso de proyectos anunciados con alta expectativa. El rechazo, por deficiencias técnicas, del proyecto de cámaras de vigilancia por más de 220 millones de pesos en el Gobierno Regional (que fue presentado recién ayer por el Gobernador y el municipio); la devolución de más de 310 millones de pesos al IND, lo que dejó sin financiamiento la conservación del Estadio Nelson Rojas; y la frustrada instalación de la Escuela de Formación de Carabineros en Vallenar, finalmente radicada en Copiapó, son ejemplos que han generado críticas por una supuesta sobreexposición de iniciativas que no estaban consolidadas.
En redes sociales de la provincia del Huasco, estos episodios han sido leídos como señales de improvisación y de una brecha entre el relato comunicacional y los resultados concretos. A ello se suman conflictos de carácter más cotidiano pero de alto impacto ciudadano, como el deterioro del Puente Añañuca, visibilizado tras videos virales y protestas vecinales, las quejas por el estado de calles tras las lluvias de medio año, la polémica generada por intervenciones de familiares del alcalde en medios radiales, situaciones que han amplificado el malestar en plataformas digitales, además de las licitaciones en amplificación que supuestamente, fueron entregadas a familiares de Isla.
También ha generado ruido político la suspensión de una reunión entre usuarios de salud y autoridades regionales de transporte, por el Cesfam Altiplano Norte, atribuida a supuestos comentarios del alcalde, hecho que fue interpretado por dirigentes sociales como una señal de interferencia en espacios de diálogo ciudadano.
Así, el balance de este primer año de gestión municipal se mueve entre luces y sombras. Mientras el municipio enfatiza avances, coordinación institucional y compromiso con la comunidad, una parte importante de la opinión pública local pone el acento en los errores, las observaciones de Contraloría, los proyectos no concretados y la sensación de que varias problemáticas estructurales siguen sin respuesta.
El desafío hacia adelante parece claro: más allá de los anuncios y balances formales, la administración deberá demostrar capacidad de gestión técnica, orden administrativo y mayor cautela comunicacional, si busca recomponer confianzas en una comuna donde la ciudadanía, cada vez más activa en redes y medios locales, observa, evalúa y exige resultados concretos.
Fuente: El Noticiero Del Huasco