Subempleo en Chile escala a 2 millones de personas y revela un mercado laboral estancado

Un estudio identificó que casi el 95% del empleo creado este año corresponde a trabajos precarios, mayoritariamente de baja jornada y baja remuneración. Los ingresos promedio no superan los $352 mil mensuales, mientras expertos advierten que el país está atrapado en un ciclo de bajo crecimiento y falta de empleo de calidad.

El mercado laboral chileno atraviesa uno de sus momentos más complejos de la última década. Más de 2 millones de trabajadores se encuentran hoy en condición de subempleo, según un análisis del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (UDP), situación que se ha profundizado al punto de absorber prácticamente todo el empleo creado durante los últimos meses.

El informe revela que el 94,7% de los nuevos puestos de trabajo generados corresponden a subempleos, es decir, trabajos que no cumplen con condiciones mínimas de estabilidad, horas suficientes o remuneraciones acordes. El subempleo incluye tanto a quienes trabajan menos horas de las que necesitan como a quienes desempeñan labores por debajo de su nivel de formación.

Entre los datos más preocupantes, el estudio señala que las personas subempleadas reciben un ingreso promedio de $352 mil al mes, con solo 16,9 horas trabajadas por semana. Aunque la mayoría de ellos está formalmente ocupada, sus remuneraciones no alcanzan a cubrir el costo de la vida.

La brecha de género también se expresa con claridad: 17% de las mujeres ocupadas está en subempleo, versus un 13,3% de los hombres, lo que confirma que la precariedad laboral golpea con mayor fuerza al trabajo femenino.

El aumento del subempleo no es un fenómeno aislado. Analistas advierten que responde a un escenario económico de bajo dinamismo, con una economía que lleva años creciendo cerca del 2%, junto a costos laborales y normativos que presionan la contratación.

A ello se suma un mercado que no logra generar suficientes empleos de calidad, aumentando la fragmentación laboral y sosteniendo una informalidad que supera los 2,4 millones de personas.

Los especialistas coinciden en que Chile necesita avanzar en un paquete de medidas que permitan revertir la crisis laboral:

  • Impulsar inversiones mediante reducción de trabas regulatorias.

  • Modernizar el Código del Trabajo para adaptarlo a nuevos formatos y tecnologías.

  • Revisar el esquema tributario para mejorar los incentivos a la contratación.

  • Fortalecer políticas para reducir informalidad y mejorar la calidad del empleo.

Un dato adicional revela la presión estructural: el 90% de quienes ganan sueldo mínimo trabaja en MiPymes, segmentación empresarial donde la carga regulatoria y la falta de crecimiento se han hecho especialmente críticas.