De ese total, $383.267 corresponden a bienes y servicios, y $211.616 al tiempo no remunerado que madres, padres y cuidadores destinan a la crianza.
¿Cuánto cuesta criar en Chile? Esa fue la pregunta que motivó al Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, con apoyo de UNICEF, a elaborar por primera vez una Canasta de Crianza, un estudio que busca dimensionar en cifras el esfuerzo económico y de tiempo que realizan las familias en el cuidado de niños, niñas y adolescentes.
El informe, basado en la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF 2021–2022) y la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT 2023), también contó con una mesa técnica en la que participaron el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
El costo mensual de la crianza alcanza en promedio $595.000, compuesto por $383.267 en bienes y servicios y $211.616 en tiempo de cuidado no remunerado. No obstante, el gasto varía según la etapa de desarrollo:
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En primera infancia, más de la mitad corresponde al tiempo de cuidado. Criar a un niño de 0 años implica $369 mil en tiempo y $366 mil en bienes y servicios.
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En adolescencia, el peso se traslada a los bienes y servicios. Entre los 14 y 17 años, el gasto mensual llega a $418 mil en productos y $68 mil en tiempo.
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En términos absolutos, criar a un niño de 2 años cuesta $709 mil mensuales, mientras que a los 15 años el gasto baja a $485 mil.
El estudio muestra que el primer hijo concentra la mayor parte del costo, ya que los siguientes demandan menos recursos debido a gastos compartidos. Además, el impacto en los presupuestos familiares es considerable: el gasto total de un hogar puede aumentar entre un 27% y 31% en comparación con uno sin hijos.
La ministra de la Mujer, Antonia Orellana, destacó que el estudio es “una herramienta técnica y objetiva fundamental ante tribunales para estimar el costo real de criar a un hijo o hija, lo que se podría transformar en una referencia a considerar a la hora de fijar la pensión de alimentos”.
En tanto, la ministra de Desarrollo Social y Familia, Javiera Toro, recalcó que “cuando no hay protección social, la carga de criar —en costos y en tiempo— recae solo en las familias y, especialmente, en las mujeres. La crianza debe entenderse como una inversión social, no solo como una responsabilidad privada”.
La seremi de la Mujer en Atacama, Fabiola Gallardo Torres, subrayó que los resultados ofrecen “datos impactantes” y un insumo central para los tribunales de familia.
Desde UNICEF, la representante en Chile, Violet Speek-Warnery, concluyó que “criar a un niño no es solo responsabilidad de los padres: es también tarea de toda la sociedad. Los niños necesitan apoyos multidimensionales, y en eso también está el tiempo”.
La estimación entregada busca fortalecer las políticas públicas y ofrece un marco técnico con aplicaciones en distintos ámbitos:
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Protección social: diseñar transferencias y servicios que alivien la carga en contextos de pobreza y vulnerabilidad.
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Oferta pública de apoyos: ajustar los programas según la edad, composición familiar y condiciones socioeconómicas.
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Visibilizar el cuidado no remunerado: reconocer el valor económico del tiempo destinado por madres, padres y cuidadores.
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Pensión de alimentos: entregar un insumo objetivo y documentado para fijar montos acordes al costo real de la crianza.
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Inversión social: reforzar que la niñez es un pilar del desarrollo futuro y que la crianza no es solo responsabilidad privada.