Esperanza bajo tierra: proyecto minero en Atacama podría reactivar la siderúrgica Huachipato

El yacimiento Boquerón Chañar, con 304 millones de toneladas de reservas minerales, abre la posibilidad de que Talcahuano recupere su histórica industria siderúrgica.

Tras su cierre definitivo en septiembre de 2024 debido a millonarias pérdidas, la siderúrgica Huachipato podría tener una nueva oportunidad de reapertura gracias a un proyecto minero estratégico en el norte del país. Se trata del yacimiento Boquerón Chañar, ubicado en la región de Atacama, que forma parte del plan nacional de fortalecimiento industrial.

Durante 2023, Huachipato acumuló pérdidas por US$385 millones, a las que se sumaron otros US$41,8 millones en los primeros meses de 2024. Pese a esto, la planta mantuvo a 120 trabajadores en funciones. Ahora, el desarrollo de Boquerón Chañar —que contempla reservas de hierro, cobalto, cobre y tierras raras— ofrece una alternativa concreta para la reactivación de la única acería del país.

El yacimiento, con más de 17 mil hectáreas de extensión y minerales situados entre los 400 y 700 metros de profundidad, estima una disponibilidad de 304 millones de toneladas para extracción. Para los trabajadores de Huachipato, la ecuación es clara: para procesar ese hierro, se necesita una acería, y la infraestructura en Talcahuano está lista.

“Huachipato perfectamente puede participar. Si lo llevamos nosotros, o si hay una alianza entre empresarios, yo creo que se va a dar de todo. Lo importante es tener una siderúrgica, ojalá en Talcahuano, y si no es en Talcahuano, será en alguna parte del país, pero las mejores condiciones están dadas aquí”, señaló Héctor Medina, presidente del sindicato de trabajadores de Huachipato, en conversación con Radio ADN.

Desde el Ministerio de Economía confirmaron que el proyecto Boquerón Chañar corresponde a la medida número 32 del programa de reindustrialización y que su desarrollo se proyecta hasta 2030. El seremi de Economía del Biobío, Javier Sepúlveda, destacó la relevancia de esta iniciativa: “Huachipato es actualmente la única planta siderúrgica que tenemos en el país, que cuenta con capacidad tecnológica, conocimiento técnico e infraestructura instalada para asumir un desafío de estas características”.

“Por lo tanto, el desarrollo de este proyecto contribuye directamente al fortalecimiento de la capacidad que existe ya en Talcahuano, y está completamente alineado con la legítima esperanza de sus trabajadores”, agregó.

La decisión sobre el futuro de esta iniciativa está ahora en manos de la CORFO, que abrirá una licitación para adjudicar el desarrollo del proyecto. Si CAP —empresa matriz de Huachipato— decide participar y se adjudica la iniciativa, la siderúrgica podría reabrir sus puertas, trayendo consigo empleos y esperanza a la región del Biobío, que actualmente registra una tasa de desocupación del 9,1%.