“En el ámbito laboral mis relaciones siempre fueron respetuosas y cordiales”. Así comienza la declaración del subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, ante los fiscales Xavier Armendáriz y Francisco Jacir. El testimonio —de 63 páginas y 307 preguntas— fue revelado por La Tercera y corresponde a la indagatoria por presunto abuso sexual contra una exfuncionaria de la Subsecretaría.
En su relato, Monsalve repasa su trayectoria parlamentaria y los vínculos laborales dentro del Gobierno, asegurando que al interior de la Subsecretaría del Interior existía “el mejor clima laboral de La Moneda”.
Consultado por sus canales de comunicación, afirmó que utilizaba principalmente WhatsApp y llamadas. Reconoció también el uso de Signal, “para temas personales”, incluyendo conversaciones con el Presidente Gabriel Boric y otros contactos cercanos. “En un momento empiezo a hablar con [la denunciante] por Signal”, explicó, indicando que esa aplicación fue utilizada con conocimiento y acuerdo de ambas partes.
Monsalve explicó que conoció a la denunciante a través de su padre, a quien identificó como dirigente comunal en Arauco. Según declaró, se reunieron tres veces en Valparaíso en 2017 y no volvieron a verse hasta que ella fue contratada en la Subsecretaría en 2023. Asegura no haber participado en ese proceso de selección.
La relación se intensificó tras los incendios en Valparaíso, cuando comenzaron a comunicarse con mayor frecuencia. El subsecretario relató que ella empezó a responderle con emoticones y corazones rojos, y que fue ella quien lo invitó a tomar un café en su balcón.
El almuerzo entre ambos ocurrió en el restaurante Milá del Costanera Center. Monsalve escogió el lugar por tratarse de un espacio concurrido, donde sentía que pasaba más desapercibido. Narró que se sentó en el restaurante, pidió una cerveza y luego llegaron los pisco sour.
“Pedimos dos pisco sour. Le pregunté si era su trago favorito y me dijo que no, que era el vodka, y me dice que la próxima vez deberíamos juntarnos a beber vodka”, relató.
Luego del almuerzo, asegura que salieron a conversar al césped, donde la denunciante le habría preguntado si buscaba una “relación afectiva o sexoafectiva”. Según Monsalve, hubo un acercamiento mutuo: “Nos damos un beso mutuo, no hay gesto de rechazo o resistencia”.
Respecto a lo ocurrido después del almuerzo, Monsalve señaló que no tiene recuerdos claros. “Desde que ingerí el segundo pisco sour hasta el otro día es un periodo muy breve, que es a lo que llamo flashback”, afirmó. Asegura que despertó en el hotel con dolor de cabeza y que al mirar a su lado, vio a la denunciante despierta. “Parece que se nos pasó la mano”, fue lo primero que le dijo, según su testimonio.
Agregó que ambos reconocieron no recordar cómo salieron del restaurante ni cómo llegaron al hotel. En su relato, indicó que no hubo signos de desorientación por parte de ella al despertar.
Según su declaración, después de despertar, él fue al baño y mantuvo una breve conversación con la denunciante. Ella se vistió y él le indicó cómo tomar el ascensor. “Lo último que le dije fue: ‘no pierdas contacto, escríbeme, mándame un mensaje’. Nos despedimos de un beso en la mejilla”.
También confirmó haber recibido una llamada telefónica de su esposa esa mañana. Según explicó, no había podido conectarse con su familia el día anterior, y la llamada fue para saber si estaba bien. “Me dijo ‘solo quería saber si estabas vivo’ y me colgó”, concluyó Monsalve en su declaración.