La Defensoría Penal Pública informó este miércoles que Jhoyner Bonilla, imputado por el crimen del cabo primero de Carabineros Álex Salazar en Concepción, recibió una golpiza por parte de gendarmes al interior del penal donde cumple la prisión preventiva.
El defensor Felipe Martínez informó que se solicitó una audiencia cautelar de garantía debido a que «tomamos conocimiento de unas agresiones que habría sufrido mi representado al interior del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Biobío por parte de funcionarios de Gendarmería».
Martínez detalló que en la audiencia «se solicitaron varias medidas, básicamente porque las agresiones no habrían sido una sino que fueron en varias ocasiones en distintos momentos al interior del centro y se solicitaron ciertas medidas para los efectos de que se restablezca, primero, el ámbito de seguridad que tiene que tener mi representado al interior, cumpliendo la medida cautelar».
«En definitiva, -añadió- el tribunal acoge estas medidas y remite los antecedentes al Ministerio Público para la investigación. Se emitieron varios oficios, entre ellos, la disposición de mi representado dentro de 24 horas para constatar lesiones en el Servicio Médico Legal de acuerdo al protocolo de Estambul».
Según denunciaron desde la Defensoría, el ciudadano venezolano de 22 años fue golpeado dentro del Centro de Cumplimiento Penitenciario de la Región del Biobío, donde debe estar durante los cuatro meses que durará la investigación.
Bonilla fue formalizado la semana pasada por el crimen del cabo Salazar, a quien atropelló intencionalmente cuando el policía realizaba una detención en las afueras de una discoteque en Concepción.