Proyecto Dominga reflota discusión: Las cifras de la creciente inversión china en Chile y el análisis de expertos.

Andes Iron e inversionistas del gigante asiático mantendrían avanzadas negociaciones para concretar la venta del 100% del polémico proyecto minero portuario en la comuna de La Higuera.

Nuevamente la creciente presencia de China en la economía chilena acapara la atención, luego de que se conocieran las negociaciones avanzadas entre Andes Iron e inversionistas del gigante asiático para comprar el 100% del polémico proyecto minero portuario Dominga, ubicado en la comuna de La Higuera, en la Región de Coquimbo.

Según consignó El Mercurio, el cierre del acuerdo está sujeto a un proceso de «due deligence» que tiene como plazo definido el tercer trimestre de este año. Así, la compleja misión de lograr la ejecución la controvertida iniciativa -cuya historia se remonta al año 2011- pasaría a manos de empresarios chinos, país que en el último tiempo ha ido rápidamente ganando espacio en diversos sectores económicos del país y, de paso, provocando una serie de resquemores.

Distintas voces -sobre todo del mundo parlamentarios- llevan un tiempo alertando los riesgos que supondría el exponencial crecimiento de la inversión de China en Chile, sobre todo en sectores estratégicos. Esto, considerando que detrás de las inversiones de empresas chinas, está el Estado de ese país.

Tema que el año pasado generó un acalorado debate, luego de que la china State Grid anunciara -y más tarde concretara- la compra del 97% de la Compañía General de Electricidad (CGE), adjudicación que convirtió a la firma asiática en el mayor actor del sector de distribución eléctrica del país, con más de la mitad de los clientes del mercado. La misma compañía compró Chilquinta en 2019.

Ello, sumado a que en enero de este año la empresa china BYD Chile se adjudicó una de las cinco cuotas de explotación del litio licitados por el Estado chileno -proceso que se encuentra pausado-, ofertando US$61 millones. Esta firma, además, es la proveedora de los buses eléctricos de RED Metropolitana -ex Transantiago-.

Lo anterior, solo como referencia a las importantes inversiones que han realizado empresas chinas en territorio nacional en el último tiempo, entrando con fuerza a otros sectores como el agrícola, telecomunicaciones y salud, considerando además que actualmente prácticamente no existen licitaciones estatales de envergadura donde no participe una empresa china.

Inversión china en cifras

 

La cartera de inversiones extranjeras de InvestChile cerró 2021 con una cifra récord de US$27.776 millones, la cifra más alta desde la creación de la agencia en 2016. El monto significó un crecimiento anual de 25% e incluye proyectos en distintas etapas de desarrollo. Y dentro de esa cartera, los proyectos de origen chino alcanzaron los US$7.734 millones, equivalente al 27,8% del total. «China es el país que lideró el monto de los proyectos en 2021, seguido de Estados Unidos con US$5.487 millones y Canadá, con US$2.627 millones», precisó a Emol la directora de InvestChile, Karla Flores. Mientras que «el país con el mayor número de proyectos al cierre del año pasado fue Estados Unidos, con 110 iniciativas, seguido por Argentina con 45 proyectos y China, que ocupó el tercer lugar con 30 iniciativas», agregó.

Asimismo, Flores detalló que el monto invertido por empresas chinas en Chile casi se duplicó desde 2020 a 2021, siendo los principales la compra de CGE por State Grid (US$3.039 millones), la licitación Kimal-Lo Aguirre por parte de China Southern Power Grid (US$1.900 millones) y la concesión Ruta5 Talca-Chillán que habó la compañía Railwai Construction Corporation (US$804 millones). «Al analizar los proyectos chinos en nuestra cartera, los principales sectores en 2021 fueron Energía, con US$5.749 millones, e Infraestructura, con US$1.221 millones», añadió.

Sin embargo, estas cifran no significan que China esté liderando en lo que se refiere a Inversión Extanjera Directa (IED) en el país. De hecho, según la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), la inversión recíproca acumulada de China en Chile hasta 2020 fue de US$1.652 millones, muy lejana a los US$35.464 millones de Estados Unidos al 2019.

A su vez, según datos del Banco Central, en 2020 China está lejos del podio en cuanto a flujos de inversión directa pasiva en Chile, muy por detrás de países como Estados Unidos, Canadá y Países Bajos.

En concreto, Estados Unidos y Canadá siguen siendo los principales inversionistas extranjeros en Chile. Y aunque es cierto, que el gigante asiático es el principal socio comercial chileno, representando más de un tercio de las exportaciones nacionales gracias al cobre, el volumen de inversiones realizadas en la última década no se condice con su peso estratégico.

La «segunda etapa»

 

Con todo, a juicio de Flores, y a partir de la realidad de ser el principal receptor de productos chilenos en el mundo, los chinos pasaron «a una segunda etapa», en la que «ya conocen bien nuestro mercado y están concretando sus operaciones en distintos sectores». «Desde el punto de vista de los montos, lo que ha sucedido en los últimos años es que la inversión china se ha ‘puesto al día’ con Chile, luego de años en que no estuvimos en su radar.

Una vez que comprendieron la manera de hacer negocios en el país, desde nuestro marco legal al sistema de concesiones, han entrado primero adquiriendo compañías ya existentes, pero también con algunos proyectos ‘greenfield'», añadió.

Para Andrés Rebolledo, quien ejerció como Director General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon, actual Subrei), «efectivamente las inversiones chinas han crecimiento de manera significativa en nuestro país», y si bien es cierto, aseguró, «la inversión china tiene un particularidad, porque muchas empresas son públicas o tienen un vínculo estrecho, lo primero que cabe mencionar es que estas empresas públicas, a pesar de serlo, compiten entre ellas tanto en el mercado local como en los mercados globales».

«Hay una gobernanza, independencia, por lo tanto, no necesariamente esto quiere decir que es el Estado directamente el que hace esa inversión, sino que es en esa modalidad de gobernanza donde las empresas públicas chinas compiten entre ellas», agregó.

Por eso, subrayó que independiente el sector -estratégico o no- en el que invierta una empresa china, «Chile tiene que ser estratégico y, ojalá, no discriminar respecto a la procedencia y nacionalidad de estos capitales».

«Somos un país pequeño, representamos el 0,3% del mundo, por lo tanto, requerimos de inversión», recalcó el actual decano de la Facultad de Administración y Negocios de la U. SEK. Por su parte, Gustavo Amtamnn, decente del curso Comercio Exterior de la Unegocios de la U. de Chile, comentó que «para Chile es atractivo convertirse en un centro de negocios para las empresas chinas, que quieren llegar también a toda América Latina», sumado a que «resulta interesante conocer como China se ha convertido en una potencia en materia de innovación, emprendimiento, ciencia y tecnología, temas que resultan atractivos para el futuro desarrollo de Chile».

Ahora, agregó, si «el temor que existe a las inversiones del gigante asiático es que detrás de ellas está el Estado chino y no un inversionista privado, una alternativa a implementar podría ser endurecer las normas que rigen las inversiones extranjeras en el país para impedir que estas se realicen aludiendo a la existencia del ‘riesgo para la seguridad nacional’, resolución en la cual deberían evaluarse no solo factores económicos, sino que también los efectos geopolíticos que ello puede implicar para Chile y a nivel regional».

En todo caso, recalcó que «ganarse la confianza de los inversionistas es un trabajo complejo, por lo cual cualquiera sea la decisión adoptada debería considerar los efectos involucrados en el largo plazo». Mientras que Ruth Wang, co-directora de Negocios del Asia Desk de EY Chile, destacó el ambiente «relativamente transparente e igualitario para inversionistas extranjeros» con el que cuenta Chile, lo que resulta atractivo para los inversionistas chinos. «Es un marco normativo que realmente se cumple, lo cual es fundamental para hacer una proyección de inversión a largo plazo y con tranquilidad».

Dicho eso, manifestó que «es cierto que la mayoría de las inversiones chinas tienen una empresa estatal como dueño», pero afirmó que «precisamente por eso las inversiones son a largo plazo y lejos de especulaciones de corto plazo. Una empresa estatal prioriza la reputación y no la meta a corto plazo».