Lo anterior ocurrió luego de que se debatieran el quórum de algunas normas del reglamento por dos tercios, lo cual es rechazado por los representantes de pueblos originarios, el PC y Pueblo Constituyente.
Una tensa sesión se ha desarrollado durante la mañana de este jueves en el pleno de la Convención Constitucional, luego de que varios convencionales plantearan su desacuerdo con la fórmula propuesta por la mesa directiva para deliberar y votar en general el reglamento principal, el de ética y de participación indígena.
Todo se originó luego de que la presidenta del órgano, Elisa Loncon, junto al vicepresidente, Jaime Bassa, dieran cuenta de un acuerdo al que llegó esta mañana la testera ampliada para que durante el proceso de definición programado para esta jornada algunas normas se votaran por dos tercios y otras por mayoría absoluta.
Dicha decisión fue aprobado por la mayoría de sus nueve miembros pero rechazada por la representante de los pueblos originarios en la vicepresidencia adjunta, Isabel Godoy (Pueblo Colla), quien hizo ver los cuestionamientos que tienen los miembros de escaños reservados al quórum supramayoritario mandatado por la actual Constitución. Según explicó durante la sesión, la aplicación de esa norma impide la posibilidad de que se pueda desarrollar una consulta indígena sobre las materias que se aborden en la Convención, lo cual contraviene, a su juicio, acuerdos internacionales ratificados por nuestro país.
Dicha postura fue reafirmada por la machi Francisca Linconao. Asimismo, los convencionales Ingrid Villena, Natalia Henríquez (Pueblo Constituyente), Alondra Carrillo (IND), Hugo Gutiérrez y Marcos Barraza (PC) cuestionaron la determinación «unilateral» adoptada por la mesa, la cual aseguraron fue impulsada por parte de los «sectores más conservadores» de la Convención.
Ante los reproches, Loncon y Bassa intentaron explicar el origen de la medida, argumentando que no tuvieron tiempo para debatir más al respecto debido a los últimos acontecimientos ocurridos que han afectado el trabajo del órgano, en referencia a la crisis provocada por la confesión de Rodrigo Rojas Vade.
En ese momento, cuando el vicepresidente estaba intentando ordenar el debate, fue interrumpido a viva voz por Barraza, siendo secundado por los convencionales de los pueblos originarios, quienes se levantaron de sus escaños y apuntaron a las autoridades por intentar perjudicarlos. Ante ello, Loncon decidió suspender la sesión.