Destacando la cercanía con el Día Internacional de la Mujer, la parlamentaria calificó la aprobación esta semana en el Congreso de la paridad en el órgano constituyente que redactará una nueva constitución, tras un eventual triunfo del “apruebo” en el plebiscito del 26 de abril, como un “hito mundial” en la lucha por la igualdad de género.
Señalando su alegría y satisfacción y entregando el mérito “a las mujeres que hicieron sentir sus demandas en las calles de Chile y Atacama”, celebró la diputada por la región, Daniella Cicardini (PS), la aprobación definitiva en el Congreso de la paridad de género en el órgano constituyente que será responsable de la redacción de una nueva Constitución, tras un eventual triunfo de la opción “apruebo” en el plebiscito del próximo 26 de abril.
La parlamentaria indicó al respecto que “estamos tremendamente satisfechas de este gran avance que estamos dando con la aprobación de la Paridad de Género para escribir una nueva Constitución, y además haberlo alcanzado en el marco de la conmemoración de un nuevo Día Internacional de la Mujer”.
“Es un momento histórico; tener un mecanismo que permitirá escribir la carta fundamental con paridad de género es algo inédito a nivel mundial, así que estamos haciendo historia y marcando un hito en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, con esta propuesta que construimos con unidad, con un grupo transversal de diputadas con apoyo de diputados de diversos partidos, y muy especialmente en conjunto con la red de politólogas, y organizaciones feministas”.
La legisladora destacó además que “las mujeres somos más de la mitad del país, y por eso lo que estábamos pidiendo no es un favor, no estábamos pidiendo caridad sino exigiendo paridad, que no es lo mismo por si alguno no se ha dado cuenta. Paridad en la tarea fundamental de redactar la Constitución que estoy segura escribiremos a partir del triunfo del apruebo en el plebiscito del 26 de Abril, y a través de una convención constitucional con 100% de representantes electos, que es en donde creemos se expresa verdaderamente esa paridad”.
En la misma línea, Cicardini destacó que “yo quiero subrayar que esto además tiene absoluta relación con la demanda social, porque lo que la gente está pidiendo es igualdad y terminar con los abusos; y esa desigualdad y esos abusos también se expresan de manera brutal en la desigualdad de género, en la violencia hacia la mujer, en la desigualdad de sueldo por el mismo trabajo, en el número de mujeres en los directorios de empresa, y por cierto en la participación en las elecciones, primero de candidatas y luego en la elección de mujeres en cargos de representación”.
“No es posible que siendo más del 50% de la población del país hoy tengamos por ejemplo solo 41 mujeres alcaldesas de 345 comunas; o que del total de parlamentarios solo el 23% sean mujeres, o que en 209 años de historia del Congreso Nacional han habido solo 109 parlamentarias de un total de 4 mil. Eso no tiene que ver con la capacidad de las mujeres, eso solo nos habla de la injusticia, de la discriminación y de la tremenda desigualdad de género que históricamente ha existido y existe aún en nuestro país”.
“Es eso lo que nos parecía absolutamente fundamental comenzar a corregir a partir de la oportunidad de crear una nueva Constitución que abrió la propia ciudadanía a través de las manifestaciones, porque no es posible pretender construir un nuevo Chile y un país más justo, a partir de la exclusión de más del 50% de sus ciudadanos que somos las Mujeres. La inclusión no puede nacer de la exclusión, y por eso luchamos también por la participación de los independientes y de los pueblos originarios”.
Entre otros aspectos, la norma aprobada por el Congreso establece que las declaraciones de candidaturas para la elección de convencionales constituyentes, la lista de un partido político, pactos electorales de partidos políticos o listas celebradas entre candidaturas independientes, deberán señalar el orden de precedencia que tendrán los candidatos en la cédula para cada distrito electoral, comenzando por una mujer y alternándose, sucesivamente, estas con hombres.
Agrega que, en cada distrito electoral, las listas integradas por un número par de candidaturas, deberán tener el mismo número de mujeres y de hombres. Si el total de postulantes fuera impar, un sexo no podrá superar al otro en más de uno.