La iniciativa, liderada por Sernapesca Atacama y Coquimbo, busca asegurar estándares de inocuidad que permitan exportar recursos pesqueros a mercados internacionales.
Un total de cuarenta embarcaciones dedicadas a la pesca de jibia fueron incorporadas al Programa de Habilitación Sanitaria de Embarcaciones (PSE), en una jornada conjunta desarrollada por las direcciones regionales del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) de Atacama y Coquimbo.
La actividad se llevó a cabo en la caleta Chañaral de Aceituno, ubicada en la costa sur de la Región de Atacama, y contempló una evaluación integral de las condiciones sanitarias de las embarcaciones, su infraestructura, el manejo del recurso, la higiene del personal y los utensilios, así como los procedimientos de almacenamiento y transporte tras la captura.
El Programa Sanitario de Embarcaciones (PSE) es una herramienta voluntaria que habilita a embarcaciones artesanales, lanchas transportadoras y naves industriales para abastecer de materia prima a plantas procesadoras que exportan a mercados internacionales, como Europa, Asia y Oceanía.
La directora regional de Sernapesca Coquimbo, Cecilia Solís, valoró la disposición de los pescadores para incorporarse al programa “Que más usuarios y usuarias se sumen a la habilitación sanitaria de embarcaciones demuestra su compromiso para llegar con sus productos a nuevos mercados. Se abren más oportunidades para los pescadores artesanales, fomentando el desarrollo sustentable de la actividad pesquera”.
Por su parte, el director regional de Sernapesca Atacama, Guillermo Rivera, destacó el trabajo coordinado entre ambas regiones “En esta actividad se reafirma el trabajo conjunto entre las distintas unidades territoriales de Sernapesca, que están prestas para realizar las labores que requieren nuestros usuarios, garantizando el cumplimiento normativo en torno a las habilitaciones sanitarias”.
Rivera también señaló que quienes ingresan al programa pueden agregar valor a sus productos, ya que el cumplimiento de estándares de higiene e inocuidad abre las puertas a mercados internacionales exigentes en control alimentario.