Comunidad gitana de Vallenar inició su segundo año de escolaridad regular en escuela pública

Gitanos

Gracias a la gestión de Daem Vallenar, por segundo año consecutivo, la comunidad gitana radicada en Vallenar, continuará con la enseñanza educativa de sus niños y niñas en el sistema regular, asistiendo a clases en la escuela pública, Arturo Pérez Canto.  

Hoy 12 de marzo, comenzaron el año escolar 10 estudiantes de la comunidad gitana, en los grados de prekinder, segundo y tercero básico. Oscar Tapia, jefe Daem de Vallenar enfatizó en estar muy conformes con el trabajo del establecimiento educacional, “estamos muy contentos de todo el trabajo realizado por parte de la comunidad educativa, y personal Daem, que han logrado que los niños y niñas continúen con su segundo año de educación regular, agradecemos además la confianza de los apoderados que han confiado en nosotros en entregarle educación de calidad a sus hijos e hijas, queremos desearle mucho éxito en este nuevo año escolar.”

La metodología de estudios es inclusiva e integradora, que incluye un trabajo educativo además de acompañamiento a las familias por parte de funcionarios Daem. Los estudiantes de prekinder, se integraron como un alumno más a un curso en el que aprenderán junto a 30 compañeros y compañeras, su educadora, Mónica Pavés, nos comentó, “el objetivo de esta escuela es integrarlos para que puedan mejorar su calidad de vida y puedan tener una perspectiva a futuro, porque eso es muy importante para el progreso de las personas. Vamos a tratar de hacer lo mejor posible.”

Los demás estudiantes ingresaron a un curso adecuado especialmente para ellos en un aula multigrado, con una dupla de coenseñanza, entre su profesora jefe y su psicopedagoga, “este año comienzan su segundo año escolar, la idea es ir avanzando e ir validando cursos y lograr lo que más podamos con ellos a fin de año, como este año comenzamos el año completo, esperamos tener más logros que el año pasado. Empezamos con todas las pilas cargadas para ir valiendo cursos en la medida que se pueda.” Señaló su profesora, Viviana Barrera Cruz.

En una primera instancia, los estudiantes son evaluados para saber en qué nivel de estudios se encuentran, luego en el segundo semestre se vuelven a evaluar, para ir nivelando estudios, hasta que se logra la concordancia de edad y grado, con lo que ingresan a un curso común del establecimiento. “Buscamos estrategias entretenidas, enlazando las asignaturas de arte con las de conocimiento y motivándolos a que se esfuercen, empezamos también enviándoles tarea para la casa, para que ellos se vayan responsabilizando y han tomado hábitos y eso nos ha ayudado.” Agregó Barrera.

Yesica Porras, su psicopedadoga, nos comentó que lo considera como “un gran ejercicio de la inclusión y los demás alumnos del establecimiento pueden ver las diferencias realidades que existen en nuestro entorno entonces, eso los ayuda a ser más conscientes más empáticos y eso les permite compartir con el resto de personas. Existe el intercambio cultural entre ellos, en el lenguaje, entre ellos se ensañan palabras en español y romané.”

La estrategia educativa utilizada es aprendizaje y contextualización, en el cual se trae elementos de su contexto en el proceso de aprendizaje de los nuevos estudiantes, como el ocupar palabras en romané en las clases. A nivel psicopedagógico se buscan herramientas diversificadas para que ellos puedan aprender los diferentes contenidos curriculares y además de eso, lo que se busca es una formación a nivel emocional y una prevención de todos los factores de riesgo que existen en su contexto.

Así mismo, se logra la inclusión y el intercambio cultural, gracias a la participación de los talleres extracurriculares de deportes, manualidades, música, además de asistir a algunas clases en aula común, “El año pasado hacíamos intercambios, ellos van a recibir clases en aula común, así cuando lleguen a la nivelación de estudios que les corresponde, pueden ingresar al aula que le correspondería según el grado”, agregó Porras.

Cabe destacar que el trabajo educativo, se hace junto a un acompañamiento a la comunidad gitana, por parte de personal Daem y se entrega el servicio de trasporte escolar diario, para ayudar de todas las aristas posibles a que no se genere alguna deserción escolar. Mileba California, estudiante de primero básico, nos comentó que, “fue bonito el año pasado y es hermoso volver de nuevo, me gusta la tía Yesica, la tía Vivi. Yo voy en primero básico, y me gustaría terminar como todos. Nos pasan a buscar y a dejar el furgón, el tío Víctor.”