Gremio argumenta que hubo falta de motivos técnicos y afectados por medida fueron participantes activos de las movilizaciones por crisis de la educación en 2023.
La delegada gremial del Colegio de Profesores Atacama del Colegio Abraham Sepúlveda Pizarro, Gabriela Aguilera, dio a conocer que ocurrió una masiva desvinculación de profesionales de la educación en el establecimiento del SLEP Atacama, dando a entender que las decisiones no fueron técnicas.
“Se realizaron en total 15 desvinculaciones de personas en la Abraham Sepúlveda, de los cuales no hubo argumentos sólidos de los motivos por parte de la directiva para la no renovación, tanto para los 10 asistentes pedagógicos como para los 5 docentes. Curiosamente, cuatro de los cinco docentes participaron en las movilizaciones de este año. La gran mayoría de los 10 asistentes son tutores profesionales que les falta el título de profesor”.
De acuerdo a Aguilera, el sistema actual permite la no renovación al criterio de las directivas. No obstante, en el caso particular del Abraham Sepúlveda Pizarro, la cantidad de desvinculaciones en un solo año no es lo normal.
Según señalaron algunos docentes locales, también ocurrió una situación parecida en el Colegio Buen Pastor y el Colegio Gaspar Cabral de la comuna de Chañaral.
Lo anterior fue reafirmado por el propio presidente regional del Magisterio, Carlos Rodríguez, quien señaló que “curiosamente lo que está pasando en Copiapó está focalizado a los colegas que tuvieron una activa participación en la movilización, cosa que también nos avisaron desde Chañaral. También quiero informar que el SLEP Atacama bajó una circular donde le daba la posibilidad a las direcciones disponer de personal según la situación”.
Por su parte, la presidenta comunal Copiapó del Colegio de Profesores, Yariela Ardiles, indicó que “claramente la decisión estuvo al criterio de directoras y directores, y estos tienen un tipo de venganza con los profesores que fueron parte de la movilización. Acá la sobre dotación no se produce en los docentes de clases, sino más bien en los equipos de gestión, donde a veces la UTP tiene hasta cuatro ayudantes”.
Respecto a este último punto, el magisterio recalcó como contexto que en Atacama hay poca cantidad de docentes. Es decir, muchos de los profesores que vienen a la capital regional, como de otras comunas de la región, provienen de otras regiones.
Por tanto, bajo ese escenario, desvincular a tantos profesionales que son de la zona en el fondo colapsa el sistema y perjudica el biosistema propio del establecimiento que se crea entre estudiantes, alumnos y los apoderados.
“Nosotros nos hemos tomado esto como una venganza. De hecho, se han tomado evaluaciones punitivas para sacar a los docentes, sobre todo quienes participaron en el paro, es decir, a los dirigentes gremiales. El problema es que después van a necesitar docentes, porque eso hay que cubrirlo, sobrecargando más el sistema de lo que ya está”, acusó Ardiles.
Sumado a lo anterior, la delegada gremial del establecimiento, Gabriela Aguilera, agregó que “nosotros pensamos que esto no es justo, porque hablamos de docentes jóvenes, quienes merecen mayores reconocimientos y oportunidades. Básicamente, las justificaciones fueron que no cumplieron con el perfil que buscaban ellos y no brillaron. Es decir, el hecho de brillar o no brillar no puede ser un argumento pedagógico para la decisión que se ha hecho”.