Los informes de actividades de Miguel Crispi por los que recibe $5,9 millones mensuales

La Unidad de Investigación de BioBioChile publica hoy los contratos y 12 informes de actividades del ahora cuestionado jefe del Segundo Piso de la Moneda, Miguel Crispi. Se trata de documentos obligatorios para recibir su remuneración de 5,9 millones de pesos mensuales y que describen tareas a grandes rasgos del sociólogo, pero que no aportan detalles de cada una de éstas. Todo, en medio de la polémica desatada luego de que adujera que técnicamente no es funcionario público para restarse en dos oportunidades de la comisión investigadora del caso Convenios.

Más de $5,9 millones de pesos brutos son los que recibe mensualmente Miguel Crispi Serrano (Revolución Democrática), el jefe de los asesores del Segundo Piso de La Moneda. El exdiputado —y uno de los fundadores del movimiento político universitario Nueva Acción Universitaria (NAU) y de RD— quedó en medio del fuego de la oposición, luego de que se negara a participar en dos oportunidades de la comisión investigadora del Caso Convenios.

Su ausencia abrió no sólo un nuevo flanco en el Ejecutivo, sino también una discusión técnica sobre si debe o no cumplir las obligaciones de un funcionario público. Tras su segunda inasistencia, fue el propio Gobierno el que planteó la tesis de que su incomparecencia no es motivo de sanción al estar contratado a honorarios.

“No está obligado”, argumentó la vicepresidenta de República, Carolina Tohá al ser consultada respecto de la situación del también ex subsecretario de Desarrollo Regional. Algo que en la derecha fue calificado como una defensa corporativa de La Moneda.

LOS CONTRATOS

Más allá del debate —hoy alojado en la Contraloría—, lo cierto es que Crispi ya lleva cumpliendo labores en Palacio por más de un año.

En total, han sido dos contratos y una modificación de cláusulas los que ha firmado en su paso por un cargo considerado clave en el andamiaje de la jefatura de Estado.

El primero de ellos se concretó el 9 de septiembre para reemplazar en su puesto al entonces asesor del segundo piso y hoy ministro de Energía, Diego Pardow (Convergencia Social). El vínculo fue firmado por el propio Crispi y la directora administrativa de la Presidencia, Antonia Rozas Fiabane, para que prestara “asesoría especializada al Programa de Apoyo a las Actividades Presidenciales”.

Sus labores, según se lee textual en el contrato, eran cuatro. A saber: “prestar asesoría en materia de políticas públicas y seguimiento de compromisos”; “asesorar en la evaluación del cumplimiento de compromisos presidenciales y ministeriales”; “coordinar el seguimiento del cumplimiento de los compromisos presidenciales, a nivel nacional e internacional”; y “gestionar la coordinación interna del Equipo de Seguimiento de Compromisos”.

¿Su remuneración? El documento fijaba desembolsos totales por más de $19,3 millones, divididos en cuatro cuotas mensuales que en promedio rondaban los $4,8 millones. A cambio, eso sí, debía presentar un informe de las actividades desarrolladas durante ese periodo.

Su primer escrito es el más escueto de los que ha presentado. Se reduce a apenas dos líneas: “Reuniones de coordinación y conocimiento del equipo de seguimiento” y “revisión de compromisos de las carteras ministeriales”, escribió (ver imagen).

 

AUMENTO DE FUNCIONES Y SUELDO

Septiembre fue un mes especialmente agitado para Crispi. Primero porque tuvo que salir como jefe de la Subdere, un cargo que permite movilizar multimillonarios recursos, para parchar la salida del ya citado Pardow. Y segundo, porque tras la polémica salida de Lucía Dammert, terminó ascendido a líder de sus colegas asesores del Presidente. Todo en menos de una semana.

Los movimientos en Palacio también significaron a Crispi un aumento en sus funciones y —consecuentemente— en su sueldo. A 22 días de la firma de su primer contrato, el sociólogo debió rubricar una modificación que le agregó una quinta responsabilidad: “Participar y asesorar en comités políticos con los distintos ministerios”. Sus remuneraciones, en tanto, subieron a los $5,9 millones mensuales.

Según explican en La Moneda, el ajuste se debió precisamente a que él había llegado primeramente en calidad de asesor de coordinación y seguimiento de compromisos, lo que otorgaba honorarios más bajos a los que le corresponden actualmente por su puesto como coordinador. De ahí que los ingresos se homologaran a los que percibía su antecesora.

Así las cosas, en octubre de 2022 —el primer mes en el que estuvo completamente como jefe— su informe de actividades es un poco más abultado. Aquí aparecen cinco tareas ejecutadas: reuniones semanales con los equipos comunicacionales de La Moneda; coordinación del gabinete presidencial; participación en comités políticos; elaboración de minutas; y preparación del material que sirvió de base para la gira que el 12 de mes concretaría Boric en la región de Antofagasta.