Cuando decimos “las niñas y niños son el presente” hacemos más que una declaración de buenas intenciones: señalamos un imperativo para nuestra sociedad que significa dejar de postergar los problemas que les afectan y encararlos ahora.
El presidente Gabriel Boric da cuenta de ello en cada una de sus intervenciones, demostrando el cariño sincero que siente por los niños, niñas y adolescentes de Chile destacando que este Gobierno les pertenece y que son ellos los protagonistas de los cambios que buscan hacer de este un mejor país, más digno, más justo y más inclusivo.
En Atacama dimos un gran paso en esa dirección con la firma del acuerdo regional por la infancia en Freirina, con gran parte del Gabinete regional, seremis y servicios, los Delegados Presidenciales Regional y Provincial, el Alcalde de Freirina, los jóvenes de la comuna representados por le Consejo Consultivo de la infancia y en especial por la subsecretaria de la Niñez Rocío Faúndez, lo que hizo que esta instancia de coordinación se transforme en un hito importantísimo para la región, porque da cuenta de cómo se puede ir haciendo carne el desafío que tenemos de implementar un sistema de garantías y protección integral de los derechos de la niñez con compromisos concretos de cada uno de los firmantes.
Además nos hacemos cargo de la descentralización que como país debemos llevar a cabo al concretar este acuerdo en los espacios regionales y locales, sobre todo en la comuna de Freirina donde el alcalde César Orellana se ha hecho cargo de los temas de infancia con un modelo de trabajo con niños, niñas y adolescentes de alto estándar totalmente replicable en otras comunas de la región.
Este acuerdo no solo establece obligaciones sino que vincula a la autoridad firmante con su compromiso de carácter legal obligatorio que incluye metas los ejes de salud integral, educación, Justicia y derechos humanos, desarrollo social, bienestar integral y niños migrantes, que van desde fortalecer la atención en materia de salud en general y salud mental prevención del consumo de drogas entre otros; la integración en actividades culturales y deportivas; hasta la generación de instancias de sensibilización con perspectiva de género y diversidades sexogenéricas, todo con el fin de velar por la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes y en especial de quienes actualmente son atendidos por el Servicio Mejor Niñez en la región.