Proyecto de algas para consumo humano impulsará el paso de la extracción a la producción alimenticia en Atacama

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Con el objetivo de impulsar un cambio en el rubro de las algas y pasar del actual sistema de extracción a un innovador proceso de producción, investigadores y profesionales del Centro Regional de Investigación y Desarrollo Sustentable de Atacama, CRIDESAT, de la Universidad de Atacama, encabezados por el Dr. Bernardo Sepúlveda, está desarrollando el Proyecto FIC Algas Pardas, iniciativa que espera potenciar la diversificación de al menos tres tipos de algas, especies de alto consumo por sus innumerables beneficios y usos.

“Una de las principales fuentes para generar iniciativas de trabajo, orientadas a satisfacer necesidades regionales, es conocer la realidad lo más cercanamente posible. Esto cobra especial interés tratándose de una región en la que la presencia de los recursos naturales, como las algas, son un regalo de la naturaleza que deber ser manejado por las comunidades de manera sostenible y sustentable. En este contexto y considerando que Chile se encuentra entre los principales exportadores de alga picada, con un 97% los último años, demuestra que este recurso que hoy se usa en alginatos y alimentos de abalón puede aumentar su valor agregado redireccionándolo hacia nuevos mercados, lo que implica una extensa cadena de beneficiarios. La perspectiva es hacer más rentable el trabajo con este recurso, lo que permitirá impulsar el sector a través de la producción de un real aporte a la nutrición humana”, explica el Dr. Bernardo Sepúlveda.

El Proyecto “Elaboración de productos piloto para consumo humano a partir de algas pardas nativas de la región de Atacama”, que cuenta con recursos del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de Atacama y con el apoyo de la empresa Atacama Seafood, fue presentado a la comunidad en una jornada que contó con la participación de autoridades locales, investigadores, académicos y beneficiarios, quienes conocieron los detalles de la iniciativa.

“A través de la extracción de ejemplares de macrocystis integrifolia, lessonia nigrescens y lessonia trabeculata, desde distintos puntos de nuestra costa como por ejemplo desde la Bahía Chasco, actualmente estas algas se comercializan frescas a $40 pesos el kilo y secas, es decir, un 40% deshidratadas, alcanzan un valor de venta de hasta $280 pesos el kilo. Nuestro proyecto pasará de la extracción a la producción, para eso se realizará un piloto que contempla la producción de algas para consumo humano en conservas, deshidratados y congelados, que será producido con altos estándares de calidad en una planta de proceso ubicada en el sector de Loreto en Caldera”, explica Patricia Echeverria, bióloga marino y jefe del Proyecto FIC Algas Pardas.

Según señala Francisco Madero, consejero regional y presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del CORE Atacama,  “como Consejo Regional de Atacama, como Gobierno Regional y como Estado buscamos que los recursos del Fondo de Innovación para la Competitividad se alojen en la Universidad de Atacama, una institución permanente, por lo tanto, queremos relevar el rol de la academia desde una convergencia política y unitaria de todos los integrantes del Consejo Regional para la formación de capital humano avanzado, para lograr el desarrollo de Atacama, con nuestros propios recursos e instituciones, a través de la generación de emprendimiento y para que la gente de mar pueda tener una mejor calidad de vida y bienestar”, indica.

Cabe destacar que la región de Atacama, junto a la vecina Región de Coquimbo, aporta con más del 68% de desembarque de algas pardas a nivel nacional, contribuyendo a la producción local como una importante fuente de recursos económicos. Sus usos son variados, entre los que se destaca la industria textil, en la fijación de la tintura de las telas; la industria papelera por ejemplo, como placa superficial en papeles de alta calidad; en la farmacéutica, para pastas de moldes dentales, como suplementos dietéticos y cremas corporales; incluso se utiliza en los electrodos de soldadura, ya que el alginato de sodio, uno de sus principales componentes, hace que sea fácil de quemar.

Pero es en la industria alimenticia donde probablemente tenga un mayor impacto ya que nutricionalmente son ricas en minerales, fundamentalmente el yodo, pero también en magnesio, calcio, potasio y hierro. Son ricas en proteínas y en aminoácidos esenciales, aquellos que el organismo no puede sintetizar y que provienen de los alimentos. Son estimulantes del metabolismo y neutralizan el efecto de los radicales libres, responsables de acelerar el proceso de envejecimiento en los tejidos. Reducen los niveles de azúcar, colesterol y presión sanguínea. Incluso, resultan ideales para dietas de adelgazamiento.